"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
Entrevista
José Luis Martínez Donoso, presidente de la nueva Comisión de Trabajo interorganizaciones sobre cooperación internacional inclusiva del CERMI
“Es el momento de traspasar fronteras y hacer visible la discapacidad en las políticas de cooperación”
04/02/2022
Blanca Abella - Fotos Jorge Villa
La apuesta por una cuestión tan pendiente y urgente, como es la cooperación internacional en temas de discapacidad, viene de su afán por asumir retos, pero también por una conexión especial que mantiene José Luis Martínez Donoso con los asuntos de exteriores. Una vez que se ha puesto en marcha esta nueva comisión, expresa su deseo de sumar alianzas e incide en la importancia de los actores locales, “que finalmente tienen que ser los protagonistas activos de cualquier proyecto que llevemos a cabo”.
Surgió como una petición del presidente de CERMI, que asumo como un honor y con entusiasmo. Pero, sinceramente, no es solo por responsabilidad para con el CERMI por lo cual nos embarcamos en este nuevo reto, hay motivaciones institucionales y, por qué no decirlo, personales y biográficas que me llevan a asumir con energía este nuevo reto.
En lo personal, sin duda ya lo sabéis, me siento especialmente cómodo en proyectos que supongan afrontar nuevos desafíos y retos, y este lo es. También, si me lo permites, hay razones biográficas, emocionales. Yo nací en Larache, en el Sahara Occidental cuando era provincia española; entenderás que los asuntos de cooperación internacional forman también parte de mi idiosincrasia.
¿Por qué resulta necesaria esta comisión de cooperación internacional?
Te decía antes que hay también motivaciones institucionales que me llevan a asumir esta nueva responsabilidad y evidentemente tienen que ver con la necesidad de que en CERMI exista una comisión de cooperación internacional. Es imprescindible cubrir este hueco de la acción política y práctica del CERMI.
¿Quiénes son sus compañeros en este viaje y forman parte de esta comisión?
El apoyo solidario a otras realidades más precarias de la discapacidad forma parte de nuestro ADN, y por tanto no es nuevo para las organizaciones que conformamos el CERMI. Pero es verdad que son en ocasiones experiencias puntuales o prácticas relativamente aisladas, sin que existan un tejido cooperativo en el binomio cooperación al desarrollo y discapacidad que aúne, fortalezca y de sentido a las actividades que en esta materia se están desplegando o se puedan desplegar. Y hay experiencias muy interesantes.
Creo que el arranque de esta comisión se ha realizado con muy buen pie; surge inicialmente de un viaje cooperativo que junto con los gerentes y directores generales de las principales confederaciones y federaciones de la discapacidad realizamos a los campamentos de refugiados situados en Tinduf (Argelia) en noviembre del año 2019, que continuo con el envío de un contenedor con material de muy diferente naturaleza (sillas, de ruedas, batidoras, pañales, andadores, etc..) para cubrir necesidades básicas de las personas refugiadas con discapacidad en estos campamentos.
Y sin formar parte de la comisión, ¿qué aliados son necesarios en esta nueva tarea?
Los ecosistemas deben ser abiertos y cooperativos y esta comisión no puede ser una excepción; sin duda tendremos que buscar aliados en las instituciones gubernamentales y de la administración con competencias en cooperación para el desarrollo, pero también en las ONGs del Tercer Sector de Acción Social y las de Desarrollo que llevan muchos años trabajando en este territorio y de las que deberemos aprender mucho, sin olvidarnos de los actores locales, que finalmente tienen que ser los protagonistas activos de cualquier proyecto que llevemos a cabo.
La primera reunión de la nueva comisión que usted preside ha tenido lugar hace unos días, ¿cómo fue ese encuentro y cuáles han sido las líneas de trabajo acordadas?
Si tuviera que elegir una palabra sería entusiasmo, el propósito de colocar la discapacidad en una posición en la agenda política, social e instrumental de los programas de cooperación al desarrollo.
Lógicamente se trató de una primera reunión muy abierta, en la que se exploraron diferentes líneas de trabajo de la comisión, que pueden ir desde la incidencia política en el binomio discapacidad-cooperación para el desarrollo, hasta el desarrollo de un dispositivo de monitorización de emergencias y catástrofes que faciliten la movilización solidaria de nuestras organizaciones, pasando por la puesta en marcha de proyectos de apoyo a refugiados y migrantes con discapacidad o el diseño y ejecución de proyectos para el desarrollo.
Evidentemente, estamos en una fase, si me permites, de tormenta de ideas; todo ello tiene que concluir en un plan de trabajo de la propia comisión que ordene todas ellas.
¿Cuál es la prioridad entre todas ellas?
A expensas de ese plan de trabajo, sin duda todo tiene que confluir en facilitar los procesos de coordinación y diseño en materia de cooperación en nuestras organizaciones, y, sin duda el que la discapacidad sea un elemento transversal y muy presente en las políticas, los programas y los proyectos de cooperación para el desarrollo.
El artículo 32 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas obliga a que la cooperación internacional sea inclusiva y accesible para las personas con discapacidad, ¿es la Convención una herramienta fundamental para esta comisión?
Sin duda; en este tema como en tantos otros la Convención es la percha de la que debemos colgar nuestro plan de acción.
